Para la instalación de un sistema biomasa con estufas debemos tener en cuenta unas cuentas reglas básicas que debemos respetar al momento de colocarla en el lugar deseado. El objetivo es poder garantizar el buen funcionamiento de las mismas y su máxima eficiencia. Es importante una correcta instalación de los componentes del sistema, así como las características que se deben de tener en la vivienda, respecto al lugar de ubicación y en qué tipo de viviendas son las estufas una buena opción.
Sin duda alguna la instalación de un sistema biomasa puede resultar una opción bastante inteligente. Sin embargo, todo dependerá del tipo de estufa, de la elección, así como, si se dan las condiciones para los escapes de humos, etc. En muchos hogares españoles (pisos) es muy frecuente encontrar diferentes tipos de estufas instaladas y todo ello varia según las necesidades de los usuarios. Resumiendo, la instalación de una estufa en un piso no es una decisión errónea, sin embargo es aconsejable dejarse orientar por profesionales como los que forman Fotovoltaic Solar en la materia y de esta forma elegir la más adecuada.
Aspectos a tener en cuenta en la instalación de sistemas biomasa
1. El tamaño de la estancia debe ser adecuado
La estancia que habremos elegido para la instalación de la estufa de pellets o biomasa debe disponer de suficiente cantidad de aire para que el equipo logre una combustión correcta. Debemos tener en cuenta que para la combustión de un kilo de biomasa se emplean, aproximadamente 45 m3 de aire.
Para ello debemos determinar las dimensiones del lugar y la capacidad del equipo (su combustión) sin que exista peligro alguno para los personas del hogar. También es importante respetar las distancias de seguridad propuestas por los fabricantes, en relación a las paredes y superficies que se puedan considerar de alguna forma inflamables que estén cerca de la estufa. Así como la cercanía de objetos o muebles que se pudieran echar a perder por estar muy cerca de la fuente principal de calor. Además, se debe aislar la canalización de humos, si la misma está en contacto con materiales de tipo inflamables si atraviesan el techo o tejado de la vivienda.
2. Toma de corriente
Las estufas tanto las de biomasa, pelletes, eléctricas necesitan de un enchufe a la toma de corriente eléctrica de 220V. Por lo general suelen consumir poco, por lo que podremos utilizar extensiones, pero lo ideal sería prescindir de ellas para evitar posibles riesgos de seguridad con animales o niños pequeños en caso de que vivían en el hogar. Recomendamos sin embargo mantener una distancia prudente de los cables con la fuente general de calor y en lo posible tenerlos internos a través de las paredes en caso de que no haya que hacer muchas obras para conseguirlo.
3. Toma de aire
Las tomas de aire son obligatorias, ya que las mismas garantizan el flujo de aire correcto a fin de poder reintegrar en las estancias lo que ha sido consumido por la combustión de las estufas de biomasa. Pero este punto no afecta solamente a las estufas de biomasa, pellets o leña, sino también a las estufas de gas y en menor relación a las eléctricas. La toma de aire debe ser en proporción a la eficiencia del equipo y al tamaño de la habitación en la que la hemos instalado.
4. Empalme con la canalización de humos
El empalme es la parte de la canalización de humos que une la conducción de humos provenientes de las estufas conjuntamente. Este empalme debe ser resistente al calor y respetar las medidas de seguridad establecidas por el fabricante. En la mayoría de los casos, debe ser previamente evaluado por un técnico o especialista antes de la instalación final de las mismas. Para la canalización de los humos que se derivan de la combustión, existen tuberías flexibles. Pero las más recomendadas son las rígidas, bien sean de acero inoxidable o de acero galvanizado. Las estufas de pellets o las de biomasa que cuentan con una evacuación forzada deben contar con un empalme de tuberías herméticas.
5. Salida de los gases (canalización)
El punto más importante de la instalación de las estufas es que los gases necesitan de un escape. Dependiendo del lugar en el que hemos ubicado la estufa, deberemos buscar la posibilidad más cercana o corta para poder deshacernos de los humos que se han derivado. Para la mayoría de estos casos, se suele utilizar una tubería de unos 80 cm de radio y la salida debe estar con un agujero en la pared donde pasa la tubería o directamente hacia el tejado. La evacuación debe realizarse desde el punto más elevado de la habitación o estancia y tendrá que ir en sentido vertical con desviaciones de ángulo inferiores a 45º y estar libre de zonas de estrangulamientos, sin olvidarnos de que no debe existir ninguna toma de corriente eléctrica sobre las estufas.
6. La chimenea
Se trata de la parte final de la salida de los humos y de ésta depende de que el tiro sea el correcto. Para ello, deberá tener un diámetro interno equivalente al de la canalización de humos así como también diámetro de salida no inferior al doble del diámetro interno de la canalización de humos y asegurarse de que no exista la posibilidad de que entre por el mismo nieve, lluvia o cualquier otro cuerpo extraño que pudiera tapar dicha salida.
Mantenimiento de sistemas biomasa
Una de las principales ventajas de las calderas de biomasa es la obtención de calor a un bajo coste. Reduciendo así las emisiones de CO2. El mantenimiento diario de este tipo de calderas es bastante sencillo, por lo que por lo general lo podemos llevar a cabo desde casa. Las calderas de tipo biomasa, por las características del combustible utilizado, generan cenizas y suciedad en su interior, que debe limpiarse con cierta periodicidad para que no afecte a la caldera ni reduzca su rendimiento. Además, el mantenimiento también variará en función del tipo de combustible. Sin olvidar la revisión anual que hay que llevar a cabo de manera oficial con un profesional en calderas como los que disponemos en fotovoltaic solar.
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